
Es más común de lo que querríamos que los peques de la casa sufran fracturas óseas. Brazos, piernas y dedos son las fracturas más comunes entre nuestros hijos, pues los juegos, saltos y carreras hay veces que terminan en este tipo de contratiempos.
A continuación te detallamos una lista de pasos que debes dar si te ves en esta situación, para que seas capaz de mantener los nervios a raya:
- Lo primero que debes hacer es intentar tranquilar al pequeño, diciéndolo que todo va a salir bien, que no tiene de qué preocuparse. Evita los gritos y las riñas, no es el mejor momento para esto.
- Si la fractura es cerrada, aplica frío local y lleva a tu hijo o hija a urgencias. Si no tienes coche o no te encuentras capacitada para conducir, llama a la ambulancia de tu seguro médico.
- La ciencia avanza de mano de la tecnología. Actualmente existe una ortopedia infantil en Sevilla que ha desarrollado un tipo de escayola resistente al agua, menos pesada y más vistosa. Una forma de ayudar a la recuperación de la fractura sin que el pequeño tenga que sufrir tanto.